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Vivienda sostenible: verde por dentro y por fuera

Innovación, tecnología y sostenibilidad pueden acompasarse para que las viviendas conviertan nuestra salud y bienestar en el centro de cualquier remodelación, rehabilitación o nueva construcción realizada con eficiencia y propósito.

El sector inmobiliario está experimentando una gran transformación para abordar los desafíos ambientales que demanda la sociedad actual. En la búsqueda de soluciones innovadoras, el uso de nuevos materiales así como la integración de la tecnología verde y la domótica en la construcción de viviendas han emergido como una tendencia pujante que ofrece beneficios tanto para sus ocupantes como para el entorno. 

Utilización de materia prima sostenible

El desarrollo de nuevos materiales es fundamental para la construcción de viviendas ecológicas: desde paneles solares integrados en las fachadas hasta aislamientos térmicos de alta eficiencia, los componentes modernos buscan la circularidad a lo largo de toda su vida útil y están permitiendo la creación de estructuras más provechosas desde el punto de vista energético y menos dependientes de recursos no renovables. 

Además, ofrecen mayor resistencia estructural, durabilidad y posibilidad de reciclaje al finalizar su ciclo de uso. Por ejemplo, se ha trabajado en nuevos compuestos como el hormigón de alto desempeño, que reduce la cantidad de agua y cemento utilizados aprovechando cenizas volátiles y escoria de altos hornos, y que presenta mayor resistencia y una permeabilidad más baja, con las ventajas constructivas que esto conlleva.

También se utilizan cada vez más materiales como madera, corcho, bambú, barro cocido o algodón reciclado, que reducen la dependencia de recursos no renovables y la acumulación de residuos.

Características y beneficios del hogar inteligente

En esta era digital, la tecnología ha impregnado prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas y el sector inmobiliario no es una excepción. Las viviendas inteligentes representan la evolución natural de la manera en que concebimos y habitamos nuestros espacios residenciales. Estas casas están equipadas con una variedad de dispositivos y sistemas interconectados que permiten automatizar y controlar las diversas funciones del hogar. Esto incluye:

  1. Gestión Energética. La integración de mecanismos y sensores inteligentes en las casas permite un mejor trato energético a tres niveles:
    • Ahorro – Por ejemplo, sensores lumínicos que regulan el uso de iluminación artificial en función de la luz natural disponible en cada momento.
    • Optimización – Por ejemplo, un sistema de calefacción y refrigeración programado para adaptarse automáticamente a la inercia térmica del edificio y a los horarios y preferencias de sus habitantes.
    • Producción y almacenamiento – Engloba todos los dispositivos responsables de generar y almacenar energía, como las placas solares.

 

  1. Domótica. Es el conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente de la vivienda, y permite la interconexión de dispositivos y electrodomésticos a través de Internet de las cosas (IoT), que gestiona de manera centralizada sistemas como la iluminación, la climatización, los electrodomésticos, las persianas o la seguridad a través de conexiones intuitivas como aplicaciones móviles o comandos de voz.

 

  1. Sistemas de seguridad, que comprenden cámaras de videovigilancia, sensores de movimiento, detectores de humo y alarmas conectadas a servicios de monitoreo remoto, que posibilitan una vigilancia continua y una respuesta rápida ante situaciones de emergencia.

 

  1. Conectividad. Las viviendas inteligentes están conectadas a internet y cuentan con redes inalámbricas que permiten la interacción de dispositivos y sistemas, facilitando la comunicación entre los diferentes componentes del hogar y el acceso remoto a través de dispositivos móviles.

 

  1. Accesibilidad universal, mediante sistemas accionados por voz se pueden cumplir las instrucciones que satisfagan las necesidades de los inquilinos de la vivienda de una forma sencilla.

 

  1. Bienestar. Las viviendas sostenibles tienden a ser más saludables y confortables, con un aire interior de mejor calidad y una temperatura más estable durante todas las estaciones del año. Además, supone un ahorro de tiempo y de dinero a largo plazo, influyendo directamente en la calidad de vida. 
Las viviendas inteligentes suponen un cambio de concepto en cuanto a cómo percibimos los espacios habitables, aportando flexibilidad y eficiencia e impactando directamente en el bienestar de sus moradores.
 

Tendencias y desafíos de las viviendas sostenibles

El mercado de las casas inteligentes está experimentando un crecimiento significativo, potenciado por la mayor demanda de muchos consumidores que quieren hogares más eficientes y una mejor calidad de vida. Aunque su adopción generalizada se enfrenta a obstáculos como el alto coste inicial, la escasez de estándares y normativas concretas o la seguridad y privacidad de los datos, cada vez más gobiernos, empresas y ciudadanos son conscientes de la importancia de construcciones sostenibles que apuesten por medios verdes e innovadores.

Las viviendas Net-Zero encarnan la vanguardia de la construcción sostenible, porque están diseñadas para producir la misma cantidad de energía renovable que consumen, lo que las convierte en agentes neutros en carbono. Gracias a la combinación de una avanzada tecnología, un diseño eficiente y sistemas de energía renovable como paneles solares y aerogeneradores, las construcciones Net-Zero señalan el camino hacia un futuro más sostenible y próspero.

Algunas de las tendencias emergentes en el desarrollo de viviendas inteligentes incluyen la integración de tecnologías punteras como la inteligencia artificial, la impresión 3D, los materiales bioinspirados, el aprendizaje automático o el internet de las cosas (IoT), que permiten una mayor autonomía y capacidad de adaptación de los sistemas domésticos. Asimismo, se está trabajando en la interoperabilidad y estandarización de los dispositivos y protocolos de comunicación, para facilitar la integración de soluciones y garantizar su compatibilidad.

Todas estas innovaciones no solo permitirán construir hogares más eficientes y resistentes, sino que también contribuirán a crear comunidades más resilientes y en armonía con el entorno. 

Existen soluciones pero todavía hay que desarrollar las estructuras precisas para implementarlas y expandirlas. Esto implica garantizar su disponibilidad y accesibilidad no solo mediante regulaciones y normativas, sino también a través de la creación de mecanismos para canalizar fondos que prioricen la salud y el bienestar de las personas en el entorno construido de manera generalizada.

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