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El pasado construye el futuro: rehabilitación y senior living

17 octubre 2024

La rehabilitación de edificios antiguos para el senior living combina historia y bienestar, creando espacios sostenibles que respetan el patrimonio arquitectónico mientras se adaptan a las necesidades de una población mayor. Al restaurar y modernizar estas estructuras, se promueve un envejecimiento activo en entornos seguros, accesibles y en armonía con el medio ambiente, conservando la esencia del pasado con visión de futuro.

La población de la Unión Europea está envejeciendo y el porcentaje de personas mayores de 80 años prácticamente se ha duplicado entre 2001 y 2020, según datos de Eurostat. En España, el INE estima que el porcentaje de población de más de 65 años, que actualmente se sitúa en el 20,4% del total, alcanzaría un máximo del 30,5% en torno a 2055.

En los próximos tiempos se espera, por tanto, un incremento del número de personas ancianas que vivirán solas en edificios antiguos, lo que, desde una óptica inmobiliaria, pone de relieve la premura de renovar estos inmuebles para hacerlos más seguros, confortables y adecuados a las necesidades contemporáneas. La rehabilitación de edificios no solo es una solución sostenible para preservar nuestro patrimonio arquitectónico, sino también una oportunidad de contribuir a mejorar la escasez de vivienda y, además, integrar servicios asistenciales y áreas comunes que mejoren la calidad de vida de sus residentes.

En los últimos años ha surgido con fuerza el concepto de senior living, que no solo ofrece alojamiento a las personas mayores, sino que crea comunidades que promueven la socialización, la seguridad y la atención médica integrada.

Ventajas del senior living

Sus beneficios son claros:

Adaptación de infraestructuras existentes: Rehabilitar edificios antiguos para adaptarlos a las necesidades de una población envejecida permite aprovechar construcciones previas, reduciendo así el impacto ambiental y los costos asociados a nuevas construcciones. Esta práctica promueve la sostenibilidad al reutilizar y mejorar los recursos ya disponibles.
Creación de espacios accesibles y seguros: Instalaciones como ascensores, rampas, baños adaptados y sistemas de seguridad mejorados no solo facilitan la vida diaria de los residentes mayores, sino que también aumentan el valor del inmueble y su atractivo en el mercado.
Mejora de la eficiencia energética: Las reformas integrales permiten incorporar tecnologías como aislamiento térmico, ventanas de doble acristalamiento y sistemas de calefacción y refrigeración eficientes. Esto no solo reduce las facturas de servicios públicos para los residentes mayores, a menudo con ingresos fijos, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental.
Fomento de la cohesión social y comunitaria: Al rehabilitar edificios para albergar viviendas multigeneracionales o centros comunitarios, se promueve la interacción social y el apoyo comunitario. Las personas mayores pueden beneficiarse de una red de apoyo más sólida, mientras que los jóvenes pueden aprender y recibir apoyo de generaciones anteriores, creando un entorno de convivencia más inclusivo y enriquecedor.
Aprovechamiento de espacios urbanos: La rehabilitación de edificios puede revitalizar barrios y contribuir a la densificación sostenible de las ciudades. Esto permite que las personas mayores permanezcan en sus comunidades, cerca de servicios esenciales como centros de salud, transporte público y áreas comerciales, mejorando su calidad de vida y reduciendo la necesidad de desplazamientos largos.
Contribución a la economía local: La rehabilitación de edificios genera empleo y fomenta la inversión en barrios necesitados de renovación. Este enfoque puede ser especialmente beneficioso en áreas con alta concentración de población mayor, proporcionando oportunidades económicas y mejorando la calidad de vida de todos los residentes.
Innovación en el diseño de viviendas: La integración de tecnologías inteligentes y de asistencia en la rehabilitación de edificios puede crear hogares adaptados a las necesidades específicas de las personas mayores. Sistemas de monitoreo de salud, iluminación automática y asistentes virtuales pueden mejorar la independencia y seguridad de los residentes, haciendo que los edificios sean más atractivos y funcionales.

“El senior living mejora la calidad de vida y responde a la creciente demanda poblacional. La rehabilitación de edificios y la creación de viviendas adaptadas para personas mayores pueden impulsar comunidades más sostenibles e inclusivas, fortaleciendo el mercado residencial y preparándolas para los desafíos del mañana.”

El senior living no solo aborda una necesidad demográfica actual, sino que también representa una oportunidad para elevar la calidad de vida en todas las etapas. En países como Estados Unidos y Reino Unido, este concepto está bien desarrollado y sirve como modelo a seguir para otros mercados en el mundo.

La rehabilitación de edificios no solo tiene el potencial de abordar la demanda creciente de viviendas adecuadas para una población envejecida, sino que también puede hacerlo de manera sostenible y beneficiosa para toda la comunidad. Esta sinergia entre la renovación urbana y el envejecimiento poblacional es clave para construir ciudades más resilientes, inclusivas y preparadas para el futuro.

Invertir en la rehabilitación de edificios, junto con el desarrollo de soluciones habitacionales flexibles y adaptadas para las personas mayores, promete un futuro optimista para el mercado residencial. No se trata solo de ajustarse a las nuevas realidades sociales, sino de anticiparse a ellas y crear espacios que respondan a las necesidades de las personas, sin importar su edad o etapa de vida.

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